Introducción al Selenio: Un Micronutriente Esencial
(Selenio (Se))

El selenio (Se), descubierto en 1817, es un oligoelemento vital para la salud humana, reconocido por su papel esencial en diversas funciones fisiológicas.[1] A diferencia de lo que se creía en el pasado, donde se le consideraba un posible carcinógeno, hoy se sabe que es un nutriente crucial con un rango terapéutico-tóxico estrecho.[2]

1.1. Rol como Componente Clave de Selenoproteínas (Glutatión Peroxidasa, Tioredoxina Reductasa, Deiodinasas Tiroideas)

La mayoría de las funciones biológicas del selenio se ejercen a través de su incorporación como aminoácido selenocisteína en al menos 25 selenoproteínas humanas.[1] Estas selenoproteínas son enzimas y proteínas estructurales que contienen selenio en su sitio activo, lo que les confiere propiedades catalíticas únicas.

Las Glutatión Peroxidasas (GPx), con al menos cinco isoenzimas (GPx1-4 y GPx6), son enzimas antioxidantes fundamentales. Reducen las especies reactivas de oxígeno (ROS) potencialmente dañinas, como el peróxido de hidrógeno y los hidroperóxidos lipídicos, a productos inofensivos como agua y alcoholes, acoplando su reducción con la oxidación del glutatión.[5] La actividad de GPx disminuye significativamente en situaciones de deficiencia de selenio, lo que incrementa el estrés oxidativo.[6] Las Tioredoxina Reductasas (TrxR), cuya actividad es indispensable para el selenio, regeneran la tioredoxina (Trx).[1] El sistema Trx/TrxR es crucial para mantener el equilibrio redox celular, protegiendo las células del daño oxidativo y modulando las vías de señalización intracelular que regulan la inflamación y la apoptosis.[6] Finalmente, las Deiodinasas Tiroideas (DIO) (DIO1, DIO2, DIO3) son selenoproteínas esenciales en el metabolismo de las hormonas tiroideas, facilitando la conversión de la tiroxina inactiva (T4) en la hormona tiroidea activa triyodotironina (T3).[2] La deficiencia de selenio reduce la actividad de las DIO, lo que puede comprometer el metabolismo tiroideo.[1]

La importancia del selenio va más allá de una simple función antioxidante. Su papel como componente esencial de selenoproteínas como GPx y TrxR, que son antioxidantes clave, y su participación en las deiodinasas que regulan las hormonas tiroideas, lo posicionan como un integrador fundamental. Estas selenoproteínas protegen contra el estrés oxidativo y la inflamación, y el selenio, además, modula la respuesta inmune, afectando la actividad de células NK y la polarización de macrófagos, e inhibiendo vías proinflamatorias como la del NF-κB.[1] La interconexión entre el estrés oxidativo, la inflamación crónica y la disfunción tiroidea o inmunológica es bien conocida. Por lo tanto, una deficiencia de selenio puede desencadenar o exacerbar un ciclo vicioso de estrés oxidativo, inflamación y disfunción sistémica, lo que subraya su papel central en la salud global y la necesidad de un enfoque holístico en su suplementación.

1.2. Funciones Fisiológicas: Protección Antioxidante, Modulación Inmunológica, Metabolismo Tiroideo y Salud Reproductiva Masculina

El selenio participa en una amplia gama de procesos fisiológicos vitales:

  • Protección Antioxidante: Las selenoproteínas GPx y TrxR son la primera línea de defensa contra el daño oxidativo, protegiendo las membranas celulares y manteniendo el equilibrio redox.[1]
  • Modulación Inmunológica: El selenio es crucial para el funcionamiento adecuado del sistema inmune. Afecta la proliferación y diferenciación de células T y B, regula la polarización de macrófagos hacia un fenotipo antiinflamatorio, e inhibe vías proinflamatorias como la del NF-κB.[7] La deficiencia de selenio puede aumentar la susceptibilidad a infecciones.[1]
  • Metabolismo Tiroideo: La tiroides es el órgano con la mayor concentración de selenio por gramo de tejido.[11] El selenio es esencial para la síntesis de hormonas tiroideas activas a través de las deiodinasas y para proteger la glándula tiroides del estrés oxidativo generado durante la síntesis hormonal.[1]
  • Salud Reproductiva Masculina: La espermatogénesis y la fertilidad masculina dependen en gran medida de GPx4 y la selenoproteína P (SELENOP).[1] La deficiencia de selenio se ha asociado con infertilidad masculina.[1]

1.3. Aplicaciones Clínicas Potenciales: Enfermedades Tiroideas Autoinmunes, Infertilidad Masculina, Estrés Oxidativo e Inflamación Crónica

Dada su amplia gama de funciones, el selenio ha mostrado potencial terapéutico en varias condiciones:

  • Enfermedades Tiroideas Autoinmunes (ETA): La suplementación con selenio se ha asociado con una reducción de los niveles de anticuerpos anti-tiroperoxidasa (TPOAb), una mejora en la ecogenicidad tiroidea y una mejor calidad de vida en pacientes con tiroiditis autoinmune.[1] En la enfermedad de Graves, se ha vinculado a un logro más rápido del eutiroidismo y mejoras en la calidad de vida y el compromiso ocular.[7] Sin embargo, la evidencia aún no es concluyente para recomendar la suplementación de selenio en todas las ETA.[1]
  • Infertilidad Masculina: La deficiencia de selenio es un factor de riesgo para la infertilidad masculina, y la suplementación puede mejorar la calidad del esperma.[1]
  • Estrés Oxidativo e Inflamación Crónica: El selenio es fundamental para mitigar el estrés oxidativo y la inflamación, especialmente en pacientes críticos o con trauma.[6] La suplementación ha demostrado restaurar la actividad de GPx y reducir los marcadores de estrés oxidativo.[6]

A pesar de los prometedores resultados sobre la reducción de anticuerpos y la mejora ecográfica en enfermedades tiroideas autoinmunes, algunos estudios indican que la suplementación con selenio y placebo pueden ser igualmente efectivos en mejorar la calidad de vida en pacientes con hipotiroidismo.[13] Además, la evidencia actual es insuficiente para apoyar o refutar concluyentemente la eficacia de la suplementación en la prevención de enfermedades tiroideas más allá de la corrección de deficiencias.[7] Esta situación sugiere que la suplementación con selenio en estas condiciones debe ser cuidadosamente individualizada y monitoreada, no una práctica universal. Ello resalta la complejidad de traducir hallazgos sobre biomarcadores a resultados clínicos significativos para el paciente.

Tabla 1: Selenoproteínas Clave y sus Funciones
SelenoproteínaFunción PrincipalImplicaciones Clínicas
Glutatión Peroxidasa (GPx)Defensa antioxidante (reducción de ROS), protección de membranas celulares, espermatogénesis [5]Reducción de estrés oxidativo, posible rol en enfermedades tiroideas autoinmunes, fertilidad masculina [1]
Tioredoxina Reductasa (TrxR)Mantenimiento del equilibrio redox celular, reducción de proteínas oxidadas, modulación de inflamación y apoptosis [1]Protección celular contra el daño oxidativo, influencia en procesos inflamatorios crónicos [1]
Deiodinasas (DIO)Conversión de T4 a T3 (hormona tiroidea activa) [2]Regulación del metabolismo tiroideo, implicación en enfermedades tiroideas autoinmunes [1]
Selenoproteína P (SELENOP)Transporte de selenio a los tejidos, carroñero extracelular de ROS [5]Suministro de selenio a órganos específicos (ej. testículos), protección vascular, biomarcador de estado de selenio [5]