Sandplay y Enfermedad
El cuerpo enferma cuando el alma no puede hablar. La arena, sin pedir explicaciones, deja que el cuerpo sueñe simbólicamente su dolor.
La enfermedad como símbolo
En el enfoque junguiano, la enfermedad no es solo un evento biológico. Es una manifestación simbólica, un lenguaje cifrado del inconsciente que busca ser escuchado. Como decía Marie-Louise von Franz, “la enfermedad puede ser una iniciación que obliga al yo a rendirse ante el alma”.
El síntoma, entonces, no es el enemigo. Es el mensajero. En la caja de arena, el cuerpo puede representar lo que no se ha dicho, lo que se desconectó, lo que el alma necesitaba transformar.
Cuerpo, enfermedad y símbolo
- El cuerpo doliente: puede aparecer como una figura herida, rota, encadenada, postrada o fragmentada.
- El síntoma representado: volcanes, serpientes, fuego, zonas de guerra o animales encerrados pueden simbolizar procesos internos de enfermedad.
- La búsqueda de curación: aparición de figuras como sanadores, fuentes, agua clara, templos, espirales o árboles.
- El cuerpo dual: algunos pacientes representan un cuerpo enfermo y uno intacto, mostrando la tensión entre el yo físico y el yo simbólico.
Ejemplo clínico simbólico
Paciente: Mujer de 42 años, diagnóstico reciente de cáncer.
En su escena coloca una figura femenina acostada rodeada de serpientes negras. A un lado, una figura vestida de blanco con las manos extendidas. En medio, un lago. Ella no lo explica. Solo dice: “Aquí puedo ver mi miedo”. En sesiones posteriores, el lago se amplía, las serpientes disminuyen y aparece una figura que sostiene flores.
La enfermedad no desapareció. Pero el símbolo comenzó a contener la vivencia. Lo insoportable empezó a ser narrado de otra forma.
Claves del acompañamiento simbólico
- No forzar simbolización: A veces la persona solo puede mostrar fragmentos o caos. El cuerpo necesita tiempo.
- Presencia encarnada: El terapeuta, con su respiración y postura, ofrece un cuerpo disponible y no evasivo.
- Evitar lenguaje positivista: No hablar de “superación”, “luz” o “vencer la enfermedad”. La arena no juzga.
- Mirar la escena como un mandala corporal: A veces el campo de la caja se convierte en una expresión somática ampliada.
Símbolos de sanación
- Agua limpia: Río, lago o fuente como metáfora de purificación o circulación psíquica.
- Árboles: Conexión con la vida, crecimiento silencioso, enraizamiento.
- Guías: Animales sabios, figuras femeninas o masculinas protectoras, ancianos, seres míticos.
- Luz: Soles, fuego suave, velas, puertas abiertas: apertura a lo que puede renacer.
Sugerencias para seguir trabajando fuera de sesión
- Escribir un diálogo con el síntoma o con la figura que lo representó.
- Crear un altar personal con un objeto de la escena.
- Dibujar cómo se siente el cuerpo hoy, antes y después de la escena.
- Observar los sueños en días posteriores: a menudo emergen símbolos complementarios.
Reflexión final
La enfermedad no solo afecta el cuerpo. A veces fractura el sentido de vida, la imagen interna, la relación con el alma. Pero cuando se representa simbólicamente, se convierte en un umbral. El símbolo no cura el cuerpo, pero puede abrir el camino a una curación más profunda: la de volver a habitarse con dignidad, conciencia y presencia.
En la caja de arena, la enfermedad también puede tener voz. Y desde esa voz, a veces, puede nacer una nueva relación con la vida.